La había dejado embarazada… por lo que se convertiría en su esposa… El millonario italiano Francesco Mastroianni había quedado completamente cautivado por la belleza y la inocencia de Anna y le intrigaba que no lo conociera por su fama y su fortuna. Pero su apasionado romance terminó de pronto cuando el padre de Anna intentó chantajear a Francesco para que se casara con ella. Siete meses más tarde, Francesco se quedó boquiabierto al volver a ver Anna; tenía serios problemas económicos y un evidente embarazo. Si llevaba dentro un hijo suyo, su heredero, Francesco sólo podía hacer una cosa: casarse con ella.