Para exhortar a los pecadores secretos a salir de sus tinieblas y entrar en la maravillosa luz y libertad de Cristo, ofrecemos este número del Portavoz de la Gracia. El puritano Obadiah Sedgwick introduce nuestro tema. Nos ofrece un examen de los pecados ocultos y las diferentes formas en que los seres humanos los practican. Charles Spurgeon, quien nos ofrece tres artículos en este número, comienza el primero, considerando profundamente la insensatez, la miseria, la culpa y el peligro de los pecados ocultos. Thomas Brooks ofrece una mirada penetrante sobre el modo en que los pecados secretos erosionan y destruyen la oración, nuestra arma espiritual más poderosa. Spurgeon explica luego, dos maneras de cubrir el pecado —las del hombre y la de Dios—. Edward Payson nos lleva en un impresionante viaje al trono del Dios tres veces santo en el cielo y nos da una asombrosa visión de nuestros pecados secretos desde la perspectiva de Dios. Seguidamente, Jonathan Edwards nos ofrece una aleccionadora exposición de los pecados secretos, puestos al descubierto en el Día del Juicio. A continuación, Spurgeon hace una súplica urgente y sincera para que aquellos que están en pecados secretos, huyan a Cristo Jesús, de sus prácticas condenables. Finalmente, Octavius Winslow aclara, abundantemente, que si queremos una visión honesta del horror de nuestros pecados y si deseamos un corazón verdaderamente arrepentido, una sola visión despertará, eficazmente, nuestros corazones —Cristo crucificado—. Una visión del pecado y una visión de Jesucristo muriendo en angustia por los pecados de su pueblo, nos llevarán al arrepentimiento y a la paz.