«Enhorabuena, Cynthia Noble, acaba usted de heredar una propiedad valorada en millones de dólares. ¿Qué va a hacer con tan repentina fortuna?»
Heredar la casa de su antiguo jefe fue un verdadero milagro para aquella modesta estudiante, pero el regalo tenía un precio llamado Rick Wingate. Su familia era la heredera legítima de la nueva propiedad de Cynthia y él estaba convencido de Cynthia no tramaba nada bueno.
Ella sabía que debía considerarlo su enemigo, pero solo podía ver en él a un hombre empeñado en proteger a su familia, un hombre que con rozarla le provocaba escalofríos por todo el cuerpo. De pronto, ninguna herencia le parecía tan valiosa como la posibilidad de convertirse en la cenicienta de Rick...